Pues sí, pues no, catorce días deshojando la margarita y
continuo con el corazón de mudanza.
No es un adiós, ni un hasta luego, es un “nos
encontraremos tomando una caña”.
Desde hace tiempo “Cuentos para matar el viernes” se ha
ido convirtiendo en una amalgama de desperdicios y ocurrencias sin reciclado
previo, y no, no se lo merece, ni vos os lo merecéis.
El blog ha cumplido su función, que yo no dejara de
escribir, pero la voz hace tiempo que está en otro lugar, con ecos poco
apropiados para estas aguas.
En algún momento tendré fuerzas para poner orden, limar
asperezas, acicalar los lazos, y dar un poco de sentido a todo el caos que
desde hace tiempo habita el blog.
…Cajas de cartón amontonadas en la entrada
"¿esto de quién es?",
"si no te importa me lo quedaré"
"te noto al hablar una forzada naturalidad"
Me puedo reír
y a solas llorar.
Corazón de mudanza.
Tengo el corazón de mudanza.
Corazón de mudanza…
By
Tontxu
Nos vemos a la vuelta de la esquina.
PD: En face continuará la cosa como siempre. Enlazando lo
mío y lo de otros.
No vas a escribir más aquí?
ResponderEliminarTe echaremos de menos, es más, te perseguiremos.
ResponderEliminarMejor echar de menos que de más... pero no, por aquí seguirán apareciendo "cositas" publicadas de cuando en cuando, respetando siempre el viernes. Gracias guapas.
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