SIN SENTIDO
TOMA UNO
Aún recuerdo cuando nos lo
explicaban. Debía de ser por sexto de EGB. Ese era el primer curso en el que
tenías un profesor para cada asignatura. El profe de sociales (de aquellas se
llamaba así y ahora han vuelvo a recuperar el nombre) era un joven sin barba, vestido
con vaqueros, que agarraba su mesa de profesor con gran ímpetu cuando fuimos
víctimas de un ligero movimiento sísmico. Los pupitres de las primeras filas eran los
más amenazados por el desastre, aunque los últimos nos acercábamos a la pared
de forma peligrosa. De mi baúl, al
respecto, no encuentro nada más.
Como iba diciendo, creo recordar
que fue ese año cuando por primera vez oí hablar de que el precio lo establecía
la relación de oferta y demanda, un constructo de lo más lógico hasta que
descubres que es más falso que una moneda de quinientos euros. Ahora que lo
pienso, una monedita de esas estaría guay, el jefe te podría pagar con una
calderilla y tú le tendrías que dar vuelta, incluso en billetitos de esos de
diez. Si hubiera una moneda de esas incluso sería más fácil pillar a los
ladrones, con el peso necesitarían muchas bolsas y muy fuertes, vamos, que los no
podrían ir por ahí con traje y una bolsita de basura en el bolsillo interior.
A lo que iba que me pierdo. Lo de
la oferta y la demanda era como muy sencillo, cuando la demanda es mucha y la oferta poca los precios aumentan, cuando
la oferta es mucha y la demanda es poca te lo regalan, y como Dios tardó siete
días y lo hizo todo perfecto, la oferta y la demanda salienron a pasear una
tarde, se encontraron en una calle, se saludaron y abrazaron, y conocimos lo
que era un precio justo. En resumen, como esto era aburrido, se inventaron
cosas como las marcas y el libre mercado para hacerte pagar más por lo mismo.
En realidad los economistas se aburren mucho, y van de modelo en modelo como un
play boy de quinta, que desde que se las dan de científicos triunfan mucho
entre caballeros y damas.
En los últimos días el telediario
lo abre la noticia esa de que el petróleo continúa bajando (algo así me
imaginaba yo cuando en septiembre leí que los Rockefeller retiraban sus
inversiones de los combustibles fósiles ¡con la de dinero que han hecho con el oro
negro!), como soy de natural bueno, intenté comprobar cuántos yacimientos
nuevos y fructíferos habían aparecido, si la explotación de las arenas butuminosas
era un manantial inagotable, si los “pocitos fracking” se habían convertido,
sin yo enterarme, en surtidores eternos, de esos que cuanto más recoges más te
dan. Y no, no encontré nada. Parece ser, que como las cosas no van tan bien
como nos venden, aunque unos pocos sigan ganando los muchos, la demanda ha
bajado; los saudís & cía (verdaderos “melapela” en toda esta historia) no
quieren bajar la producción para mantener precios y de paso, joder un poco a
Irán que siempre mola, los yanquis encantados de dejar sin una de las
principales fuentes de ingresos a los rusos, y de paso, a falta de un golpista
con credenciales, jorobar a los venezolanos que resisten todos los envites como
auténticas cucarachas (a ver como sale ahora lo de ir eliminando sanciones a
Cuba, de momento a Maduro se le ha puesto cara de lunes).
Por otra parte, los rusos están
saliendo más espabilados de lo que parecían cuando se escondían tras un beodo,
ahora tienen a un macho deportista al que la cabeza le sirve para algo más que
para llevarla al fresco, un pavo de sangre caliente y cabeza fría que, de
momento, apela a los sentimientos, pero calla como una puta, y tirando de
refranero “el que calla otorga”.
Ciertamente desde hace unos días
hay cierto descuento a la hora de llenar nuestro depósito, nunca correspondido
con el de los barriles de petróleo, pero algo es algo en nuestros maltrechos
bolsillos. Si a nivel micro, esto es cojonudo, a nivel macro puede ser un desastre
para todos, implicados o no implicados directamente en el fregado.
Los usamericanos, en plena
efervescencia “fraking” y arenas butuminosas, si esto se alarga, esos pájaros entraran
en pérdidas (y si, todo muy privado, menos cuando en el suelo se abre un
agujero, que papi estado para estas cosas es muy mirado) y si ya tienen por
costumbre dejar rastros ferrosos allá por donde pasan, no quiero ni saber cómo
dejarán el cotarro cuando tengan que huir por piernas.
Indirectamente a canarios y
baleares el asunto nos puede salir bien ¿tanto dispendio para qué?, aunque en
realidad sería un parón en los planes, o sea que “cesar máquinas para hoy,
fraking mañana” y más canino. Directamente, a “nuestro” sector del lujo,
especialmente el inmobiliario, la caída del rublo se le va a hacer muy
indigesta, dejaran de pagar por casoplones de insulto, porque los rusos han
resultado ser como los Montoya en versión rubia y piel blanquecina, les gusta
lucir el oro que para eso lo tienen.
Pero todo esto es pecata minuta.
Desde que hitlerita ha puesto a los europeos a sus pies, y éstos a los pies de
los caballos yanquis (llegados acá me pregunto yo qué pensará Hitler en sus
aposentos infernales de que su emula, versión “lais”, se mantenga arrodillada
ante un negro -desteñido, eso sí- ), Europa se ha quedado como el Juan de “Un
banco en el parque” , jodida y sola pero contenta. Si hace un par de años de “ná”
el gas llegaría a nuestras tierras por dos gaseoductos como dos soles, el
Nabuco y South Stream, al final, acabaremos comprando lo que tenga a bien
vendernos el “amigo americano”.
Por resumir, oferta y demanda
ajustan el precio según la cuadratura de “nuestros dioses”, son algo así como la Santísima Trinidad
versión laica, y si doblegan pronto al “rubiales” y al “morocho” aplicarán la
subida al petróleo en un nanosegundo, y si un día el mundo produce tanto cacao
que mi inversión se va al “carajo” tengo un almacén infinito para manipular los
precios.
Dejo la entrada programada,
esperando que los 0 y los 1 hagan su trabajo, esta noche toca manta, regaliz y morir
de amor “porque un mundo enfermo sólo merece respuestas locas” o preguntas
exactas.
©Mª Luisa López Cortiñas
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Mientras no me maten, seguiré matando el viernes.